En un descubrimiento que podría reescribir la historia de la domesticación de animales en América del Sur, un nuevo estudio sugiere que los antiguos cazadores-recolectores del continente podrían haber tenido zorros como mascotas antes de la llegada de los perros domésticos. Este hallazgo no solo arroja luz sobre las prácticas de domesticación de animales en las culturas antiguas sino que también desafía nuestra comprensión de la relación entre humanos y animales en la prehistoria.
Los Primeros Compañeros del Hombre en América del Sur
La investigación, que se centra en el análisis de restos arqueológicos y evidencias etnográficas, indica que el zorro gris, junto con algunas especies de zorros sudamericanos del género Lycalopex, fueron mantenidos como mascotas por los pueblos indígenas de América del Sur. Este vínculo entre humanos y zorros precedería la llegada de los perros domésticos al continente, lo que sugiere una historia de domesticación mucho más diversa de lo que se pensaba anteriormente.
Una Convivencia Posible pero Desafiante
A pesar de los desafíos que implica la domesticación de un animal salvaje, como el marcado territorial mediante deposiciones, expertos afirman que no hay razones por las cuales los zorros no podrían ser domesticados. «No hay razón por la cual los zorros no podrían ser domesticados», afirmó Grandal-d’Anglade en comunicación con CNN. Esta declaración resalta la posibilidad de que, con la adecuada gestión de sus instintos naturales, los zorros pudieron haber sido compañeros valiosos para los humanos en la antigüedad.

Implicaciones del Estudio
Este estudio no solo amplía nuestra comprensión de las relaciones entre humanos y animales en el pasado sino que también ofrece perspectivas sobre cómo las culturas antiguas podrían haber interactuado con su entorno. La domesticación de zorros, un proceso que requiere paciencia y entendimiento del comportamiento animal, sugiere un nivel de sofisticación y adaptabilidad en las sociedades antiguas que merece mayor exploración.
La evidencia de la domesticación de zorros en América del Sur también plantea preguntas sobre la movilidad, el comercio y el intercambio cultural entre diferentes grupos humanos en el continente. ¿Cómo influyó la presencia de estos animales domesticados en las dinámicas sociales y económicas de las culturas antiguas? ¿Qué rol jugaron en las prácticas espirituales y rituales de estos pueblos?
Este hallazgo abre nuevas vías de investigación que podrían arrojar luz sobre aspectos desconocidos de la historia precolombina de América del Sur. A medida que los arqueólogos y antropólogos continúan excavando y analizando, es probable que surjan más descubrimientos sorprendentes sobre la relación entre humanos y animales en el pasado.
Este estudio no solo desafía nuestras nociones preconcebidas sobre la domesticación de animales en la antigüedad sino que también destaca la complejidad de las interacciones entre humanos y su entorno. A medida que avanzamos en nuestra comprensión de estas relaciones, es esencial reconsiderar la manera en que percibimos la coexistencia de especies y el impacto humano en la biodiversidad a lo largo de la historia.