La pandemia del COVID-19 trajo consigo cambios significativos en la vida cotidiana de las personas, uno de los más notorios fue el incremento en la adopción de mascotas, ya que muchas personas buscaron la compañía de un amigo peludo para sobrellevar los largos períodos de aislamiento. Este fenómeno no solo cambió la dinámica en los hogares, sino que también está teniendo un impacto en el mundo laboral, donde cada vez más empresas están reconociendo la importancia de las mascotas en la vida de sus empleados y, en respuesta, están adaptando sus políticas de beneficios y permisos para incluir el duelo por la pérdida de una mascota.
La Evolución de las Políticas de Permisos en el Trabajo
El concepto de un lugar de trabajo amigable con las mascotas ha ganado terreno en los últimos años, con empresas que permiten a los empleados llevar a sus mascotas al trabajo o incluso ofreciendo seguros para mascotas como parte de sus paquetes de beneficios. Sin embargo, un área que ha permanecido relativamente inexplorada hasta ahora es el permiso por duelo en caso de la pérdida de una mascota.
Un Cambio en la Cultura Corporativa
Empresas como Kimpton Hotels and Restaurants están liderando el cambio al permitir que los gerentes otorguen hasta tres días de permiso a los empleados que están de duelo por la pérdida de una mascota. Esta política refleja un reconocimiento creciente de que la pérdida de una mascota puede ser tan devastadora como la pérdida de un ser humano para muchas personas.
La Perspectiva de las Nuevas Generaciones
Las generaciones más jóvenes, en particular, están impulsando este cambio en la percepción. Según una encuesta, una mayoría significativa de ellos cree que los empleadores deberían ofrecer permiso pagado después de la pérdida de una mascota. Esta actitud refleja un cambio cultural más amplio hacia la valoración de las mascotas como miembros de pleno derecho de la familia.
Adaptación Silenciosa de las Empresas
Aunque no todas las empresas han formalizado el permiso por duelo de mascotas en sus políticas, un experto en recursos humanos señaló que muchas compañías ya permiten a los empleados «tomar discretamente tiempo de vacaciones o un día personal cuando muere una mascota». Esto sugiere que, aunque el cambio en la política puede no ser universal, hay una comprensión y una flexibilidad crecientes en torno a este tema.
La pérdida de una mascota puede ser un momento extremadamente difícil para muchas personas, y la necesidad de tomarse un tiempo para llorar es real. «I wish pets counted in bereavement leave because I would be gone for at least a few months. I just take it day by day to survive work since I …» expresó un empleado, destacando la profunda conexión que las personas pueden tener con sus mascotas y la dificultad de sobrellevar esa pérdida mientras se mantiene el rendimiento laboral.
Este cambio en las políticas de permisos laborales refleja una comprensión más profunda de la relación entre las personas y sus mascotas, así como un reconocimiento de que el bienestar emocional de los empleados tiene un impacto directo en su desempeño laboral. A medida que más empresas comiencen a adoptar políticas similares, es probable que veamos una evolución continua en la forma en que el mundo laboral responde a las necesidades personales de los empleados.